
Kirvin Larios reseña el libro de cuentos "Sirirí", del autor bogotano Francisco Barrios.

Yo no sería policía ni soldado
no podría abrazarte con un uniforme puesto
ni caminar contigo sabiendo que he herido
los ojos de los pájaros
Yo no sería policía ni soldado
no les pegaría patadas a los perros
para que me hicieran caso
ni encerraría a los amigos del barrio
que fuman marihuana en el parque
María, jamás dispararía un arma
para demostrarte que te amo
ni les pondría esposas a los subversivos
que miran el cielo y sueñan
con quemar todas las banderas
que cuelgan en la Casa de Nariño
Sería incapaz de tumbar una puerta ajena
para allanar la casa de una familia
que trafica libros de Fernando Molano
o quitarle las colombinas rojas
al hombre que vende dulces en la esquina
Yo no podría ser policía ni soldado
y caminar por las montañas, las cordilleras
y los páramos perdidos entre la neblina
cantando el himno nacional
acariciando con miedo mi triste fusil
esperando la noche para hacer
grandes huecos en la tierra
y callar el canto de las mujeres
sentadas frente a verdes campos de cebollas
María, no podría mirarte a los ojos
después de haber desalojado a los niños
que jugaban a las escondidas en el parque
ni limpiar con calma mis manos
acostumbradas al relinchar de caballos tristes
Yo no sería policía ni soldado
porque no podría leerte poemas
y al mismo tiempo defender un país
que hace siglos no cree en el amor
por eso, María, soy poeta
y sobre nuestra piel negra
−esa única patria que tenemos−
canto con todas las voces calladas
que ahora descansan y brillan bajo el sol.
Kirvin Larios reseña el libro de cuentos "Sirirí", del autor bogotano Francisco Barrios.
Una reseña del libro de Margarita García Robayo, publicado en 2018 por Laguna Libros.
El autor reflexiona sobre la relación entre el sabotaje y la crítica, a propósito de la última columna de Mario Jursich en Arcadia.
Un cuento que brilla por su intensidad y precisión, como la luna y olor del humo que relata.
La última novela del Evelio Rosero aborda un tema recurrente en su mundo literario: la banalidad del mal.
Las reseñas son un juicio o un resumen, pero Wintu, de Lorena Huitrón, no podría ser juzgado o resumido