
Ensayo sobre la compleja relación entre el territorio de ultramar y el continental en Colombia, desde la literatura de San Andrés.

cuando los despidamos a todos
iremos a la puerta
los veremos partir
tomados de la mano
veremos cómo se internan en la distancia incierta
nos miraremos como no sabiendo qué hacer
apretaremos fuerte los dedos
ante el asalto de lo que viene
UN ADIOS
tener que sufrir yo la despedida de ellos
no ellos la mía
así de valiente
así de egoísta
así de insolente
cuando apaguen las lámparas
sólo yo quedaré
de pie
mirando a la espesa oscuridad
con una sonrisa
pero temblando
temblando
MULHOLLAND DRIVE
A Betty
A Diane
soñé que tomaba un autobús a ninguna parte
la elección no era fortuita
tampoco azarosa
el pasillo estaba dominado por las móviles sombras de unos pasajeros perdidos
perdidos para siempre
viajábamos juntos
un destino improbable nos llovía de todas partes
como un cristal vencido
como el llanto de un dios abandonado
como el aullido de miles de perros atravesados por el rayo
en sus jaulas
el conductor miraba de tanto en tanto el espejo retrovisor
y levantaba las cejas
estabas sentado a mi lado y soñabas con aquel bus
hubo una parada y tuve que ponerme de pie
pero no pude bajarme
aquello aguardaba afuera
aguardaba callado, temblando
yo, de pie, te veía soñar
LA PIEL Y EL HUESO
del fondo de una carretera oscura nos visita la misteriosa certidumbre
la soledad
de pronto hemos descubierto el pavor de estar vivos
hay pasos que se arrastran en la intemperie
más allá de donde los ojos y el aliento alcanzan
hemos sido arrojados a la temible circunstancia de las
horas
que parten
gloriosas
calladas
desnudos buscamos nuestro destino
como una criatura erramos por los recintos del cuerpo
nuestro límite
nuestro sino
la piel y el hueso
en el estrecho recinto que es el mundo
hay ciertas cosas:
abismos donde germina la oscura incertidumbre
tierras regadas de sangre y pelambre
surcos de abandonadas bondades
canales donde las mansas aguas se acribillan
las sombras de las crines
el eco de los cascos
una gallina ciega que espera
las lisas paredes de un pozo la previenen
afuera el último sol aguarda
no se extinguirá
no todavía
no hasta que un improbable cacareo lo anuncie
en el falible mundo hay ciertas cosas eternas
la pertinaz gota de un glaciar que llama en la roca
la callada hormiga que socava los cimientos de la tierra
Tomado del libro “Estudios para el intento de ciertas pesadillas”, de Roberto Segrov. Editorial Pie de Monte / 2019 / 58 pp.
Ensayo sobre la compleja relación entre el territorio de ultramar y el continental en Colombia, desde la literatura de San Andrés.
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