
Sebastián Pineda, luego de transitar por la FILBo 2015, deja una breve bitácora de sus impresiones.

Galardonada con el Premio Nacional de Ciencias y Artes por el duodécimo Sultán de todas las Arabias, e incondicional campeona infantil de la olimpiada mundial de matemáticas avanzadas donde el mínimo ejercicio correspondía a la ecuación para describir la expansión métrica del espacio, o sea la ecuación de Friedmann, Zaida Amín ya tenía treinta y dos años bien cumplidos y deseaba tener una boda enorme y elegante en un hermoso jardín de Bagdad. Solo que Adham creía que había nacido para ser un ferviente comunista, profesor de física en preparatoria y poeta árabe. Adham se ufanaba de haber leído y releído el que él consideraba el mejor libro del mundo; Los Manuscritos económicos y filosóficos de Marx, y le respondía a Zaida que él no se quería casar, que este mundo era demasiado desigual para procrear hijos, y que él no tenía ninguna necesidad de hacer ningún evento frívolo y superficial para demostrarle nada a nadie, la quería, y esperaba que eso le bastara también a ella. Claro que esto no era así. Zaida en verdad deseaba una boda y estaba dispuesta a continuar esta discusión durante otros tres largos años hasta que Adham aceptara. Lo amaba y lo convencería para que se casara con ella. Por Alah que lo haría.
Sebastián Pineda, luego de transitar por la FILBo 2015, deja una breve bitácora de sus impresiones.
Una declaración de principios de la revista brasilera "Puñado" sobre su labor de traducir Latinoamérica
Una muestra de la poesía del tibetano Tenzin Tsundue.
Lúcida revisión del libro de cuentos "Cenizas para el viento", de Hernando Téllez.
Ciudad instalada en un poema donde las palabras, sometidas a la presión del verso, vuelan a chorros.
Los versos y las entrevistas de este autor bogotano interrogan al mundo y la literatura con la sencillez de las preguntas cotidianas.